En TIRME somos conscientes de la importancia de los servicios que ofrecemos a la sociedad, encontrándonos al final del ciclo de vida de los recursos, con un rol importante dentro de las políticas de economía circular, maximizando el aprovechamiento de los residuos de una forma eficiente, para transformarlos en recursos, reduciendo el consumo de recursos naturales y consiguiendo el residuo cero. A través de la meta ME03 Desarrollar la Economía Circular y la Descarbonización de nuestro Plan Estratégico 2022-2025, nos alineamos con los objetivos energéticos y de lucha contra el cambio climático de la Unión Europea. Es por ello que se ha diseñado un plan de medidas en materia de eficiencia energética y descarbonización que nos permite planificar nuestro avance hacia un modelo energético bajo en carbono. El plan incluye medidas para mejorar la eficiencia energética y el uso de los recursos, tales como la concienciación de las personas, la adaptación a nuevas tecnologías, la iluminación eficiente, la modernización de nuestros procesos productivos, la movilidad sostenible, la digitalización o las inversiones en energías renovables.
Es importante destacar que Tirme aporta al sistema eléctrico balear casi la mitad de la energía renovable que se genera en las islas y procede del aprovechamiento energético de los residuos domésticos y asimilables. En menor medida, pero igual de importante, es la generación de energía a partir del biogás obtenido en la Planta de Metanización, y de nuestros propios generadores de energía fotovoltaica, que autoconsumimos en las instalaciones y es 100% energía renovable.
Todo este esfuerzo se traduce en la reducción, año tras año, de la Huella de Carbono de la organización. Desde 2016, hemos reducido las emisiones de GEI de nuestra actividad un 17% obteniendo el sello “Calculo y Reduzco” otorgado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En el ejercicio 2023, verificado recientemente, hemos conseguida una reducción del indicador de intensidad de las emisiones de GEI por tonelada de residuo tratado del 2,3%, respecto al año 2022.